lunes, 19 de octubre de 2015

Fracaso y otras cosas malas que nos pasan



Hace unos días acudí a un gran evento en la plaza de toros de Madrid sobre emprendedores: el South Summit. Recibí un auténtico bombardeo de información e ideas, conocí gente interesante y pude atisbar su forma de pensar. Escuché a personas de gran éxito a nivel internacional, jóvenes y no tan jóvenes con proyectos para dar soluciones a necesidades, unos más imaginativos que otros, unos más viables que otros y alguno más divertido que otro. Había también debates de expertos hablando, desde mercados, hasta qué sería lo próximo que veríamos, las nuevas tendencias.

He de decir que la solución para el estreñimiento me dejó con los ojos como platos, el emprendedor lo expuso muy bien, teniendo en cuenta el invento y la aplicación, sonreí durante toda la exposición. Lo comento como tema anecdótico para describir la gran variedad de proyectos que había y que se expusieron a ritmo de 3 minutos cada uno. Desde Ingeniería para enviar satélites a bajo coste al espacio, pasando por soluciones médicas para mejorar la calidad de vida a personas con diabetes, aplicaciones ingeniosas para teléfonos, etc. Me dejó impresionado una sección de niños, en especial uno con 12 años que no sólo hablaba el inglés como un nativo (todo el evento y exposiciones fueron en inglés), lo que más me sorprendió fue su auténtica profesionalidad al exponer, superó a muchos de los postgraduados.

Como he dicho, aprendí muchas cosas pero lo que más me impactó es que había un hilo conductor en todas las personas de éxito que expusieron sus experiencias. No era su nacionalidad, no era el tipo de negocio, no era su anterior condición social (digo anterior porque ahora casi todos eran multimillonarios). Todos habían tenido fracasos o les habían sucedido cosas malas; es más, del momento de fracaso y de cómo lo afrontaron surgieron las posibilidades de éxito. No me refiero a intentar algo, fallar, volver a intentarlo y conseguirlo. Me refiero a fallar o que les ocurriera algo malo, aprender, levantarse y cambiar de rumbo con nuevas ideas. Steve Wozniak, cofundador de Apple comentaba que años antes de crear el primer Mac, ideó y produjo muchas tonterías. Afirmaba que sin todos esos fracasos y sin lo que aprendió, jamás habría sido capaz de hacer el primer Mac. Y eso que sus anteriores inventos no habían tenido nada que ver con el Mac.


Escuchamos constantemente que el éxito se consigue queriendo alcanzar un sueño con todas tus fuerzas, hasta que lo consigues. Pues a veces no es así. A veces te equivocas, a veces no tienes capacidad suficiente, talento, o simplemente la idea no funciona. A veces llegas a un callejón sin salida, o la vida te da un palo. Airbnb y Room Mate se crearon una a partir de una situación límite después de haber intentado durante meses montar una empresa y otra después de un fracaso en otro negocio totalmente diferente.


Primera reacción ante un fracaso o una bofetada de la vida: El “Me cago en Tos” expresión no muy “fina” que se quedó en la familia por una anécdota de un niño que iba repitiendo para sí mismo esta frase con los puños muy cerrados por una adversidad. Es la reacción lógica a un revés y por otro lado muy saludable para sacar lo malo que se queda dentro. No se trata de decírselo a los demás para desahogarte soltando negatividad, se trata de pasar el duelo, enfadarte internamente, en definitiva sacar la rabia que lógicamente tienes dentro pero que no te va a ayudar a continuación.

Segunda: el “Y ahora ¿Qué?” Bueno, las opciones son claras, o te quedas llorando por las esquinas o buscas nuevas soluciones o nuevos enfoques a tu vida. No recomiendo llorar por las esquinas, ya lo hiciste en el momento de duelo, ahí todos te lo aguantan, después no te aguanta ni tu padre. A demás, esto no lleva a ninguna parte porque no soluciona nada. Así que nada de carácter, para levantarse no hace falta carácter, hace falta no ser estúpido y pensar qué aporta levantarte y qué no hacerlo. En este momento deja de mirar atrás y piensa en el futuro

Tercera: el ¿Cómo? Ahora has tomado la decisión de seguir adelante pero estás más perdido que un payaso en un funeral. No sabes qué hacer ni hacia dónde ir. ¡Fuera miedo! Es normal que no sepas que hacer con tu vida, si te pegan un puñetazo sales atontado. No te preocupes, nada de pánico que no se piensa bien. Cosas que hacer en este periodo: habla con mucha gente, aprende mucho de experiencias de otra gente, recurre a familia, amigos, conocidos o extraterrestres. Las ideas, la ayuda, las experiencias, pueden llegar de cualquier persona, animal o cosa. Muchas veces de quien menos te lo esperas y cuando menos te lo esperas. Así que no reduzcas tus posibilidades. Un día todos tus fracasos, experiencias, conocidos, etc se alinearán como una conjunción astral y empezarás a ver claro un camino o varios. Explóralos todos hasta ver cuál te lleva a algún lado, pueden ser varios y que a partir de ahora tu vida sea más rica. (Parece que estoy haciendo un horóscopo y en realidad es así, estas fabricando tu futuro). Sin moverte y sin pensar no vas a encontrar un camino, salvo que por pura suerte te hayas sentado en él (no suele pasar).

Cuarta: La vista atrás. Todos los conferenciantes comentaron que cuando echan la vista atrás, todo aquello que en su momento no tenía sentido y que incluso les había hecho daño ahora se les revelaba como piezas fundamentales para llegar donde habían llegado. Steve Jobs (que ya no se encuentra entre nosotros) decía que cuando le echaron de Apple, ¡la propia empresa que él había fundado!, cuando también le cerraron todas las puertas en Silicon Valley, le pareció el fin del mundo. Reaccionó y siempre comentaba que si no le llega a pasar esto, no habría fundado Pixar y lo que consideraba más importante, no habría conocido a su mujer. Volver la vista atrás en este momento es fundamental porque te das cuenta que cuando tienes un revés no hay que tener miedo. Todo lo que te ha pasado cobra sentido. A veces la vida te lleva a cosas mejores de las que habías soñado.

Esto no es aplicable sólo para construir una empresa como Apple, es aplicable para cualquier persona en su vida. Todos conocemos “gurús” de la vida que nos han dado grandes lecciones, están entre vosotros, en tu familia, conocidos, o simplemente alguien del que has oído hablar. Todos nos equivocamos y sufrimos palos que nos vuelven la cara del revés a lo largo de nuestra vida. Todos nos hemos caído al aprender a andar y hemos tenido el coraje para levantarnos. La vida está llena de tropiezos, son estos y no los buenos momentos los que enseñan, los que te obligan a no estancarte. Depende de tu actitud el que estés empezando una nueva aventura o que tu vida se hunda.


Tengo mis metas a largo plazo que modificaré según aprenda, soy flexible, pero sobre todo voy a disfrutar del viaje. Disfrutaré del presente sin estropearlo con tonterías y tendré la ilusión de qué maravilla me encontraré en la siguiente curva, porque lo bonito de esta aventura es el viaje y no el destino.


Diego Lias