martes, 25 de noviembre de 2014

VERGÜENZA

No paro de escuchar últimamente frases como “esto o aquello es una vergüenza”, “no sé cómo no les da vergüenza”, “es un sinvergüenza” y la verdad es que la vergüenza tiene muchas más implicaciones en nuestras vidas de las que podamos pensar a simple vista, y no me refiero a estas frases, que también nos afectan, sino a la vergüenza en nuestro día a día.

Como no paramos de investigar sobre nuestro cerebro, ya han encontrado donde guardamos nuestra vergüenza (en singular, en plural “nuestras vergüenzas” ya estaban localizadas) Se encuentra en la corteza cingulada pregenual anterior, según se hizo público en la reunión anual de la Academia Americana de Neurología del 2011. Fue en un estudio realizado por la Universidad de California. Ya sabíamos que nos andaba rondando la cabeza desde mucho antes, esto era ya por concretar. “La liberación es no sentirse ya nunca más avergonzado de uno mismo” Nietzsche, por citar a un filósofo antes del estudio y sobre los que antes explicaron qué nos ronda por la cabeza para estar un poco descentrados, Freud dio vueltas al concepto de vergüenza y la movilización de los mecanismos psicológicos de defensa. Por citar a algunos.

Como ya hemos visto que gente “sesuda” se ha preocupado por la vergüenza, parece que no perderemos el tiempo si nos preguntamos ¿Qué es la vergüenza? ¿Cómo afecta a nuestra vida dentro y fuera de la empresa?

Es un arma increíblemente potente de socialización, tanto en sentido positivo como en negativo. Genera un sentimiento desagradable, a veces insoportable, física y psicológicamente, nos hace darnos cuenta de que somos seres finitos y con imperfecciones ante los demás. De una forma positiva nos muestra el camino para superarnos y que seamos mejor aceptados por el grupo. De una forma negativa esa misma toma de conciencia puede alejarnos y escondernos de los demás. De nuevo estamos ante un enfoque de actitud ante la vida, ver oportunidades o ver fracasos.

El ambiente en general marca la pauta, la sociedad, los valores, la familia, la cultura, el cómo interiorizamos todo y lo hacemos nuestro, nos dicta los modelos a seguir y la desviación tanto en lo que somos como en nuestra conducta, genera la vergüenza. Ruborizarnos, desviar la mirada, la sonrisita tonta, son algunos síntomas leves físicos. La vergüenza habla más de tus carencias como persona que sobre lo concreto de algo mal hecho, que sería la culpa, aunque a veces se entremezclan, por eso se distinguen mal. Está aparejado más a sentimientos de inferioridad y de rechazo por no estar a la altura, es sentirse vulnerable, querer desparecer de la mirada de los demás que parecen mirar dentro de ti. Es un sentimiento tan desagradable y fuerte que solo piensas en librarte de él.

Cuando intentamos evitar este sentimiento horrible con un enfoque autodestructivo, caemos en formas tan conocidas y familiares como:
  • La huida: no es sólo la típica escena en la que avergüenzan a alguien y sale corriendo, es el salir corriendo en otra dirección por miedo a que alguien nos avergüence y nos deje mal, por ejemplo es la principal causa de evitar la confrontación, no confías en tus cualidades para defender tu postura y temes quedar en ridículo. Es una excusa para no hablar en público. Es la culpable del miedo al fracaso…
  • Quedarnos bloqueados: Estás en una negociación, sacan un asunto que no esperabas y te avergüenzas, sufres el bloqueo, nada viene a tu mente y quedas como un idiota, luego te viene a la cabeza todo y piensas las frases fantásticas que te habrían dejado fenomenal y te sientes aún más idiota.
  • La caída de la autoestima: Piensas que no eres capaz, que los demás son mejores. Te refugias en el conformismo. Te haces invisible.
  • La ira: Muchas personas que no tienen una buena imagen de sí mismos (se avergüenzan de sus cualidades o forma se ser) vuelcan su frustración en los demás. Es un estereotipo muy definido en la oficina. La mejor defensa el ataque, aunque la mayoría de las veces el ataque inicial ha sido sólo imaginario. Obtenido de su falta de confianza en sus cualidades, de su vergüenza.
  • La crítica y hacer a los demás tan pequeños como yo me veo. Si no puedo ser tan bueno como los demás porque me avergüenza lo que soy, haré que los demás parezcan peores que yo. Echar la culpa a los demás. Madre de la discriminación y el mirar por encima del hombro. Padre de humillar, que es proyectar tus carencias en otra persona haciéndola sentir vergüenza ante los demás. Distraes la atención hacia otro.
  • Disfrazar mi verdadero yo: Como no quiero que descubran mi verdadero yo porque no me veo lo suficientemente bueno, lo disfrazo, finjo ser el que no soy. Es el figurar, el presumir, el vivir en la mentira. Surge la arrogancia.
La falta de vergüenza es también nociva. Es donde nos encontramos situaciones parecidas a las frases del principio. La personificación del egoísmo. No tener en cuenta los límites en donde molesto o daño a los demás, donde les pongo en situaciones que les resultan desagradables. La vergüenza te advierte del ataque a los demás, de actuar en contra de los intereses del grupo.

Cuando intentamos evitar este sentimiento horrible con un enfoque equilibrado, en realidad no lo evitamos, lo que conseguimos es que dure poco. No caemos en espirales autodestructivas como las descritas anteriormente. Analizamos el sentimiento, lo reconducimos y sacamos provecho. Es nuestro “Pepito Grillo” que nos habla cuando nos relacionamos mal con los demás. Es una fuente de motivación para el cambio a mejor. Soy persona, tengo fallos y debo mejorar, esta frase es la más difícil del mundo. Hasta que no la dices conscientemente, no comienzas el cambio y te escudas en las técnicas anteriores, como un borracho que por vergüenza niega que lo sea e imposibilita su cambio. Sé consciente también que los patrones sociales son modelos, no podemos ser iguales. No todos los patrones son buenos o hechos para todas las personas. La otra consciencia que debes tomar es que es imposible gustar a todo el mundo. La actitud debe de ser como cuando te caes, te duele más la vergüenza que tu cuerpo, te levantas riéndote con los demás por el fallo tonto y sigues. Le pondrás remedio para no volverte a caer porque te has hecho daño, pero lo solucionas con humor y sigues. Porque te hagan daño no te cierres al mundo, por caerte no dejas de andar.

La vergüenza y la falta de vergüenza nos aleja de los demás, nos hace estar solos. Sin los demás no somos felices, somos seres sociales.  Mantén el equilibrio, escucha a “Pepito”, mejora, aporta al grupo, a los demás. No sólo conseguirás que todo funcione mejor, serás más feliz.

Diego Lias

lunes, 17 de noviembre de 2014

BIENVENIDO A LA REPÚBLICA INDEPENDIENTE DE MI DEPARTAMENTO


¿Te ha dejado con el “cul… al aire” otro departamento que hace lo que le da la gana? ¿Vives en un departamento en el que tu jefe es el rey y señor sin dar cuantas a nadie? ¿Tienes un compañero que parece que está por encima del bien y del mal? ¿Alguna sociedad del grupo va por libre? Repúblicas Independientes.

Manu era una mano estupenda, llevaba toda la vida colgando del cuerpo de Jorge, lo habían vivido todo juntos. Jorge estaba encantado, hacía multitud de cosas con ella y siempre había hecho su papel. Ya no le prestaba mucha atención porque funcionaba sin tener que pensar. Un día, durante una cena romántica con una chica que a Jorge le gustaba mucho, Manu decidió meter el dedo en la nariz y dejar en mal lugar a Jorge. A Jorge no le gustó pero lo dejo pasar, un fallo lo tiene cualquiera. Un rato después Manu caía sobre la copa y tiraba el vino sobre la blusa de la chica en un movimiento torpe. No contento con esto intentó limpiarla. Ni si quiera se dio cuenta de que hay sitios en los que no puedes ayudar a una chica. Jorge se quedó solo con la comida a medias y la cara roja por dos motivos. Jorge empezó a fijarse en Manu desde ese día y se dio cuenta que en realidad Manu no hacía las cosas tan bien, es más, los dedos estaban hechos un desastre, descuidados, con cortes. Pensaba que la lazada de los zapatos se deshacía porque el cordón no era de buena calidad, pero era porque Manu pensaba que era un trabajo que no era para él, ni de categoría. “Que lo hiciera Palmer (la otra mano)” y hacía el “paripé” para que Jorge no se diera cuenta. Palmer estaba hasta las narices porque esta era otra de otras muchas cosas. De hecho otras partes del cuerpo estaban en la misma situación, pero como sabían que Jorge adoraba a Manu nadie decía nada, tímidamente quizás, pero como Jorge no daba importancia a lo que contaban de Manu, dejaron de comentar. Jorge ya estaba bastante mosqueado pero un día ocurrió lo peor, Manu se metió por entre las puertas del ascensor cuando estaba en movimiento y al cambiar de piso Manu quedó tendido en el suelo en un charco de sangre. Había pensado que no necesitaba al resto del cuerpo y ahora yacía muerto. Jorge se recuperó y aprendió a utilizar una prótesis, no era lo mismo pero le fue bien.

Durante mi vida profesional he visto muchos Manus. En niveles bajos y en niveles altos, hasta en la dirección general de empresas pertenecientes a grupos.

El perfil siempre es el mismo: Egocéntrico. Desconsiderado con su personal, con los de otros departamentos y con la gente de su nivel, pero muy atento y servicial con la persona de la que depende. Verdaderos “encantadores de serpientes” que convencen de cosas inverosímiles, tapando el presente y vendiendo futuro. Suele ser un cuello de botella tanto para la organización como para la información que sale de su República. Los problemas no son culpa suya, ya se encarga el de liberar el peso sobre el entorno, o peor aún, sobre otros, normalmente con comentarios jocosos o mordaces ante el jefe. Ostentan lo que Robbins y Minztberg llaman “poder legítimo” propio del puesto, del que dependen recompensas y poder coercitivo. Además suelen controlar recursos o información de la que dependen otros departamentos sobre los que ejerce su poder, no es por tanto un verdadero líder. Utilizan el engaño, las medias verdades y la ocultación. Lo más importante, no piensa en beneficio global de la organización, piensa en su parcela de poder, cómo aumentarla. Piensan que son los propietarios, pero manejan los bienes ajenos como si dispararan con la pólvora del rey.

El ambiente de trabajo es: Tiránico. Se hace lo que mando yo sin explicaciones. La rotación suele ser alta. Toda la información tiene que pasar por sus manos. El trabajo y la toma de decisiones se ralentizan. Las decisiones en el trabajo no tienen muchas veces sentido si se piensa en términos de empresa, pero sí si se piensa en los objetivos personales. El enfoque suele ser cortoplacista, sin planificación y atropellado. Lo importante son los objetivos personales, no los de la organización. El acoso puede aparecer en algunos casos, las personas molestas sobran, unas personas abandonan por este motivo y otras por la falta de proyección o el ambiente laboral.

El mantenimiento de la situación se basa en dos motivos fundamentales: la confianza y el aparente cumplimiento de los objetivos. La confianza en ellos, lleva que sus superiores no ejerzan el control suficiente, le dejan trabajar por libre y exigen pocas explicaciones; en definitiva buena parte de la culpa la tienen sus superiores que en algunos casos llega incluso a la permisividad de situaciones conocidas tóxicas “es un perro con su gente pero los exprime al máximo”, “bueno, roba un poco, pero mira qué resultados”. Efectivamente, cumple con los objetivos, normalmente con los que le han marcado como prioritarios y cortoplacistas, los cumple a costa de lo que sea. Ese “lo que sea” es lo que terminan siendo auténticos problemas a medio y largo plazo que no dudará en achacar a factores externos o personas del entorno.

¿Cuándo termina la presidencia de la República? Desde mi experiencia, cuando revienta todo. Cuando Manu mete la pata o en este caso la manu en la rendija del ascensor. Se descontrola la situación. Los avisos no suelen ser escuchados. Es triste pero suele ser lo normal.

¿Está todo perdido? ¿Qué hacer? Desde luego que no está todo perdido y sí se pueden hacer cosas. Como digo siempre, lo principal, la prevención. “Para que no se pueda abusar del poder, es preciso que el poder detenga al poder” Montesquieu. Es responsabilidad del que esté por encima. Si tienes personal a tu cargo, estate atento al clima laboral, es un buen indicador, utiliza al departamento de RRHH o subcontrata estudios bien diseñados con una cierta periodicidad. Mide todos los objetivos y vigila las causas de incumplimiento. Vigila el cumplimiento de los procesos y de la normas éticas de forma seria y no para cubrir el expediente. Utiliza personal independiente o externo para controlar estos procesos. Escucha lo que te cuentan, pero contrastando y depurando la información. Si estas a cargo de alguien que es el Presidente de una República las opciones son limitadas: aprovechar encuestas de clima laboral, auditorías, etc; irte; esperar a que cometa el error y lo destronen. “El poder nunca es estable cuando es ilimitado” Tácito.

El poder es una confianza que otros han depositado en ti para administrar sus recursos, por tanto un deber de gestión con la diligencia de un buen padre de familia. Es administrar con las obligaciones de un propietario, no como si fueras el dueño y señor de haciendas y vidas. Sed diligentes, considerados, optimizad los recursos de la empresa, la empresa es una, no varias enfrentadas. Los trineos son ingobernables si cada perro tira en distintas direcciones. “Cualquier poder que no se basa en la unión, es débil” Jean de la Fontaine. Evitad las repúblicas independientes.


Diego Lias

lunes, 10 de noviembre de 2014

HONOR


La opulencia previa a la crisis vino marcada por una falta total de valores y de enriquecimiento personal a cualquier precio, a costa de quien fuera. Lo que vino después, la crisis, fue peor. Ha sido una guerra real, y las guerras sacan lo peor del hombre, incluso peor que lo que hubo antes. La supervivencia, el miedo, la codicia, han causado y alimentado la guerra. Los muertos, millones de parados en todo el mundo, infinidad de empresas destruidas. El campo de batalla el mundo entero, implicando a los políticos como en cualquier guerra, pero sin tener muertos entre sus filas, también como en cualquier guerra (siempre hay una excepción, cayó el Estado Mayor de Islandia). En las trincheras todos los trabajadores y empresarios. Hemos vivido una guerra sin cuartel, sucia como todas, que ha hecho cierta la frase Plauto de “El hombre es un lobo para el hombre”. Empresas contra empresas, hombres contra hombres, compañeros contra compañeros, supervivencia a toda costa. El que vuelve de una guerra, vuelve transformado. Todos hemos estado y no volveremos a ser los mismos. Si la época previa, ya se había llevado el honor, la crisis consiguió que nos olvidáramos por completo de él, y es que por más que lo digan a veces, en las guerras no hay honor. Puede haber hombres de honor que participen, pero no hay honor.

En una reunión acalorada, durante esta crisis, acusé a la otra parte de no ser “hombres de honor”. La reacción fue de sorpresa, les dejó descolocados. Lo curioso es que después de la reunión, me enteré de que la frase había sorprendido también a los de mi empresa. Y es que el honor se vincula a las películas de duelos, código trasnochado y sin aplicación en nuestros días. Como he dicho antes, ha desparecido,… hasta de nuestro vocabulario.

Sin embargo ha estado presente en todas las grandes culturas y religiones, en la pintura, la música, la literatura. No ha sido exclusivo de nobles como se nos ha hecho pensar, es patrimonio del alma y todos tenemos una.

En la cultura griega, ningún ser humano puede llegar a ser feliz, si no adquiere honor. El honor se adquiere por medio de la virtud, una conducta intachable ante los deberes. Roma heredó el concepto y lo hizo propio. Los Germanos, que ya tenían un código de honor, incorporaron el Romano y llegó a la edad media con el Código de Caballería como máximo exponente. Se mezcló con la religión al tener valores comunes. En la cultura India Rama dice “No consentiré, ni al precio de un reino, volver la espalda al honor, máximo bien de todos. La vida es corta, y nada quiero de esta tierra miserable, salvo el deber”. Un proverbio judío reza: “No es el puesto que una persona ocupa lo que le da honor, sino que es la persona quien honra el puesto que ocupa”. El Islam predica: “Se alcanza el honor y el verdadero orgullo a través de la perfección espiritual y adornándose de virtudes morales y espirituales”. Las culturas amerindias también tenían sus códigos de honor, aunque ha llegado poco escrito hasta nosotros. Las enseñanzas sobre el honor del Budismo, Zen, Confucio y Sintoísmo se funden en Japón en el Código del Bushido. Wan Yang Ming filósofo chino y uno de los inspiradores del Bushido dijo que el criterio básico en la vida era: “Hablar y hacer son lo mismo”. Muy parecida a la frase de Gandhi “La felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace está en armonía” que conectada con los principios griegos de conducta intachable, o el Código de Caballería o… El concepto de honor es universal y sus principios básicos lógicamente coincidentes.

Tomaremos el Código de Caballeria y el Bushido como ejemplos de la cultura occidental y la oriental:
  • Valor - Yu: No es arrogancia, es la fuerza de hacer lo correcto. Es actuar cuando la masa se esconde pero no con un heroísmo estúpido, sino que respeta al oponente, al que hay que tratar de forma fuerte pero inteligente.
  • Justicia - Gi: Busca la verdad sobre todo y la honradez en los tratos. Lo justo por encima de la ganancia sobre el otro, lo justo por encima de uno mismo o el poder.
  • Generosidad y Humildad – Jin: Como forma de evitar la avaricia y la gula. Ser capaz de reconocer que los grandes hechos se basan en el esfuerzo de muchos y no en el propio, reconociéndose uno mismo como parte de un todo. No apropiarse del éxito de los demás, reconocer el éxito de los otros y premiar el esfuerzo de la gente a tu mando. El poder está para servir a los demás. Ser generoso también en el sentido de misericordioso ante un enemigo que ha demostrado honor. Nunca demostrar crueldad
  • Lealtad y Defensa – Chuugi: Sobre todo a los ideales, que están por encima de todo, incluso de reyes. Protección de a quien sirves, de los que están a tu mando y todo aquel que se encuentre desprotegido frente a cualquier abuso. La defensa de la verdad, pero mitigada con la clemencia, a veces la verdad absoluta produce dolor al inocente Eres responsable de tus hechos y de tus palabras, de aquellas personas que dependen de ti. La palabra es ley.
  • Nobleza y Templanza – Meiyo, Makoto y Rey: Cortesía, honradez, ser moderado, en la ira, en el carácter, en las riquezas (no el no tener riquezas sino el no malgastarlas), en definitiva el no mantener una dependencia clara de nada. Formación y desarrollo de las cualidades mediante el esfuerzo. Un ejemplo a seguir. El juez es uno mismo, el más exigente. El no cumplir con lo que se dice y el código, lleva a la vergüenza insoportable.
  • Fe – Reencarnación: da raíces y esperanza en su lucha contra el mal.

El poder siempre ha utilizado a los hombres de honor en su propio beneficio, también ha sido culpa de los hombres de honor que han interpretado el código de forma “gloriosa”, se ha llevado al absurdo y les ha dejado desprotegidos. Hay que ser listo y saber cómo se practica cada uno de los puntos. El ser generoso por ejemplo, no es perdonar a un enemigo despiadado y sin honor dejándolo a tu espalda, probablemente te mate. Alejandro Magno perdonó al rey Poros, al que venció en la India. Le nombró sátrapa de su propio reino, porque vio honor y nobleza en el. Poros fue un buen y leal sátrapa de Alejandro desde ese momento.


Ser un hombre de honor no es fácil. Requiere ser fiel a los ideales, ser valiente, esforzado, volcado en los demás, fuerte, duro y generoso al mismo tiempo… pero además es complicado porque constantemente debe evaluarte y evaluar tus actos de forma inteligente, pensando en las consecuencias, no dañando a los inocentes ni siendo un estúpido haciéndose matar en un duelo sin sentido. La estupidez ha hecho que un falso sentido del honor terminara con el verdadero honor. Los propios caballeros y samuráis permitieron su muerte y la palabra ha quedado desterrada. El pueblo llano también tuvo hombres y mujeres de honor, su palabra era ley y sus actos ejemplo, la vergüenza de un mal acto era también insoportable. Pero todos nos hemos olvidado. O ¿sólo lo parece? Sigue habiendo personas mezcla de Quijote y Sancho con ganas de salir a recorrer los caminos.

Si no vuelven los valores del Honor, ¿En quién podremos confiar? ¿Quién protegerá a los débiles e indefensos? ¿Quién luchará por la justicia? ¿Viviremos entre Lobos? ¿Qué pasará cuando seamos débiles? ¿No viene todo lo que está pasando de esta pérdida de valores? No miréis para otro lado, revisad vuestros propios actos. ¿Os habéis aprovechado de los demás? Por ejercer vuestra fuerza ¿habéis obligado a un trato injusto? ¿Habéis sido testigos de injusticias o actos deshonrosos y habéis sido masa escondida? ¿Habéis dejado desprotegidos a las personas a vuestro cargo por miedo? ¿Habéis sido desleales? ¿Habéis faltado a vuestra palabra? ¿Habéis educado en valores? ¿Qué estamos enseñando a nuestros hijos?... No es fácil ¿verdad? pero ¿No creéis que merece la pena intentarlo cada día? Ya somos responsables del mundo en que vivimos. ¿Queréis que siga así? Nosotros somos los encargados de devolver estos valores. Si no lo intentamos, seguiremos siendo responsables de todo lo malo, un mundo en guerra sin cuartel.  Sed hombres y mujeres de honor.


Diego Lias

miércoles, 5 de noviembre de 2014

CREATIVIDAD


Madoff, Bach, Parmalat, Goya, Pescanova, Cervantes… ¿Qué tienen en común?... CREATIVIDAD. Poderosa cualidad que nos hace capaces de las mayores creaciones y más bellos logros, pero también de las mayores bajezas y de causar destrucción.

Pero si creatividad significa “facultad de crear” ¿Cómo puede causar destrucción? Porque somos capaces de crear cosas y conceptos para hacer el mal, para destruir. Hay verdaderos creativos de sistemas de extermino o tortura, que terminan con la vida y la cordura; creadores de ideas que terminan con la paz entre las personas; creadores de estafas que terminan con el dinero y las ilusiones de la gente; creadores de situaciones y ambientes que terminan con la convivencia y la generación de buenas ideas… Es la paradoja de la creatividad, crear para destruir, la imaginación al servicio del mal. ¡Cuánto talento mal utilizado!

Somos tan creativos que hasta nuestro cuerpo, sin  darnos cuenta y cuando se ve atacado, crea sus propias defensas, los anticuerpos. En este caso, una destrucción con una buena motivación. No es lo mismo que los anteriores casos de creativos/destructivos, estaban motivados por su interés personal. Me quito de en medio a los que molestan, busco enfrentar a la gente para beneficiarme yo, robo e incluso lo disfrazo con excusas (Estafas Piramidales, Contabilidad Creativa,… bonitos nombres para lo de siempre), enturbio la convivencia para que se marchen los que no me gustan o para que presten atención a otras cosas y no a lo que hago yo…. No buscan el bien común como el caso de los anticuerpos que llegan a morir por evitar el daño a otras células.

Pero cuando nuestra imaginación vuela a lo más alto, el mundo se llena de música, literatura, pintura, cine, arquitectura, medicina, ingeniería… Tenemos grandes ejemplos, grandes genios que han creado cosas irrepetibles, teorías sobre las que construimos nuevas cosas y nuevas teorías. Unas veces llenan el espíritu, otras llenan el estómago, otras crean utilidades. El mundo empresarial también tiene sus genios creativos, sus frutos, Microsoft, Apple, Zara…

La Empresa vive de la creatividad. Productos nuevos y mejores, diseños, publicidad, procesos para reducir costes, nueva maquinaria para producir, servicios más eficientes y a menor coste, diferenciación, posicionamiento, estrategias, tácticas… todo requiere de creatividad, el que repite, el que no cambia, el que no se adapta… muere. La creatividad es un mecanismo de supervivencia del cerebro, de adaptación al medio, de superación de los obstáculos, utilizando los medios y conectándolos entre sí para obtener la solución que te salve. Hay cada vez más estudios neurocientíficos en busca de su origen, somos capaces de medir la actividad cerebral ante hechos concretos. De todo lo visto, me quedo con los estudios de la Universidad de Dartmouth (Dpto. de Ciencias Psicológicas y Cerebrales) Su conclusión es que la imaginación proviene de una multitud de áreas cerebrales que manipulan ideas, imágenes y símbolos de manera colectiva. De la capacidad de combinar las representaciones mentales surgen las nuevas creaciones. Utilizamos todo lo que tenemos accesible para crear. Mirad a McGiver, con una navajita y cuatro desechos, lo que era capaz de hacer. ¡Esto es utilizar lo que se tiene y ahorrar recursos! Estamos tardando para ficharle en la empresa.

¿Qué tenemos accesible? En realidad todo lo que hemos vivido. Utilizamos desde nuestro conocimiento hasta nuestras sensaciones y sentimientos, pasando por nuestra moral (que determina el “en que empleamos la creatividad”). He oído en muchos sitios que ya no hay que estudiar ni aprender, que todo está en la red. Si no sabes que existe, ¿Qué vas a buscar? De la misma manera, cuanto más conocimiento tengas, cuantas más experiencias y emociones hayas vivido, tendrás más recursos para ser creativo. Los genios provienen de otras tendencias, escuelas, ven la oportunidad de combinar y mejorar, es entonces cuando crean algo nuevo. Siempre hay una base. Llegados a este punto nos encontramos con un problema, los patrones mentales. Como los patrones de costura, creados para ir más deprisa. Talla 36, corta por aquí. Tal problema, haz esto. Son muy útiles para los problemas diarios, actuamos con rapidez, pero nuestra mente tiende a encasillar las situaciones, darles el patrón correspondiente y nos molestan para crear. Los patrones son bloques estancos, la creatividad se desarrolla con las conexiones de todo con todo. El fomentar las conexiones se puede aprender y potenciar por estímulos y técnicas. Muchos genios reconocen que para pintar, escribir, etc, necesitan una hora, un ritual, una actitud mental para que venga la “musa”. En realidad es un momento o una predisposición para eliminar los bloqueos de patrones mentales. Hace muchos años se desarrollaron técnicas creativas y de resolución de problemas como el “brainstorming” de Orborne, TRIZ de Altshuller y otras más actuales como “Los Seis Sombreros” y “El Pensamiento Lateral” de Bono. En mi opinión, son de ayuda, pero no hacen genios.

Creo que cada vez que soñamos despiertos e imaginamos, somos creativos. Hay una frase que lo resume “Deja volar tu imaginación”. ¿Cuándo imaginamos o soñamos? Cuando accedes a tu mundo interior. Nadie te pone trabas al pensamiento, eres libre y lo disfrutas, saltas de una cosa a otra. No hay límites. Creamos mundos de la nada sin esfuerzo, situaciones deseadas, situaciones de terror cuando topamos con nuestros miedos… Todos somos creativos, la mayoría no somos genios pero nuestras genialidades hacen que avancemos todos juntos. He visto genialidades a diario en las empresas. Desde uno de mantenimiento utilizando un toro y un palet para quitar la nieve de la entrada, al desarrollo de un producto. Todo suma y todo ayuda. Para conseguir estas genialidades que sumadas hacen nuestra empresa genial, debemos fomentar un clima, una predisposición que rompa los patrones mentales. Cuando no se ponen límites al pensamiento y eliminas el miedo, lo desarrollamos, cuando disfrutas dónde estás y lo que haces, cuando aumentas los conocimientos mediante la formación, cuando fomentas otras formas de mirar, cuando concilias la vida laboral y aportas otro tipo de enriquecimiento, cuando fomentas la reflexión, cuando muestras la belleza de las cosas bien hechas, cuando enseñas al que comete errores sobre sus propios errores, cuando abres nuevas formas de trabajo y rompes la rutina, cuando el error es un aprendizaje y no una forma de que no te vuelvas a levantar, cuando las preguntas y el ansia de saber son bien recibidas, cuando enseñáis que sin un trabajo duro no viene la inspiración, cuando aprendemos de los demás, cuando se arriesga, cuando mostramos los problemas como una oportunidad para demostrar de lo que somos capaces, cuando se premia la pasión, cuando fomentamos el empatizar y tener otro punto de vista, cuando se te olvida el tiempo porque disfrutas, cuando nos sentimos orgullosos de lo que hemos creado,…

Es maravilloso tener mil ideas y encima geniales. Si no lo pones en un papel, si no lo pintas, si no lo llevas a la práctica, son polvo en el viento. Llevar a la práctica las ideas requiere planificación, búsqueda de recursos, conseguir transmitir tu visión a otros, convencer, mucha fuerza de voluntad, trabajo, persistencia... Si pensáis que es difícil ser creativo, os queda por averiguar lo duro que es que se convierta en realidad.

La creatividad en la empresa, igual que en el cerebro, depende de todo, de mil detalles y de ninguno en concreto. Como la vida, está hecha de pequeñas cosas que hacen un conjunto, conforman la expresión de uno mismo. Fomentad el ambiente creativo. Abrid vuestras mentes. Tened momentos de reflexión y de ensoñación, dejad el móvil, dejad volar la imaginación todos los días. No aspiréis a ser tan creativos como un genio, haced pequeñas genialidades creativas cada día, un día descubriréis que sois un genio.


Diego Lias